Cuando me diagnosticaron un tumor cerebral, me dijeron que solo había dos opciones: someterme a una cirugía abierta o esperar a ver qué pasaba. Pero como solo el 70 % de los pacientes obtenía resultados positivos tras esperar, no pude evitar preguntarme: ¿qué pasa con el otro 30 %? Esa incertidumbre me llevó a tomar cartas en el asunto. Investigué por mi cuenta y descubrí... Radiocirugía giroscópica ZAP-X®Al buscar una segunda opinión, me di cuenta de que mi tumor era tratable con esta tecnología avanzada, lo que demuestra que los conocimientos médicos más recientes no siempre están disponibles, sobre todo en las clínicas privadas, que pueden estar casi una década retrasadas.
A diferencia de muchos, no le tenía miedo al tratamiento; ¡estaba emocionada! De hecho, mi procedimiento ZAP-X se programó justo un día después de mi cumpleaños, lo que lo hizo sentir como un regalo para mi futuro yo. Durante el tratamiento, simplemente cerré los ojos e imaginé asistir a desfiles de alta costura en varios palacios suntuosos de París. Sin darme cuenta, la sesión terminó. Lo que más me sorprendió fue lo rápido que volví a la normalidad: en tan solo 30 a 45 minutos, mi estrés mental desapareció y volví a vivir mi vida normal como si nada hubiera pasado.
En cuanto a los efectos secundarios, unas cuatro horas después del tratamiento tuve migraña en ambos lados de la cabeza (y en toda la frente) y unas ligeras náuseas propias de la migraña. Me acosté a las 7 p. m. y, al despertarme a las 3 a. m., la migraña y las náuseas habían desaparecido.
Esta experiencia ha reforzado mi convicción de que más personas necesitan saber sobre ZAP-X. Existe una importante brecha de conocimiento, especialmente en Europa, y estoy decidido a ayudar a cambiarla. Mi misión es clara: quiero que toda Europa conozca ZAP-X. Los pacientes merecen acceso a las mejores opciones de tratamiento posibles, y espero que compartir mi historia ayude a otros a encontrar la solución que tan bien me funcionó a mí.
Cuando hablo de ZAP, recuerdo una cita de Marie Skłodowska-Curie, la primera mujer en ganar un Premio Nobel: «Nada en la vida debe temerse, solo debe comprenderse. Ahora es el momento de comprender más para que podamos temer menos». Sus palabras capturan la esencia de ZAP.
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